20 de febrero de 2010

La Tormenta


Este ensayo lo he extraído directamente del libro Hagakure de Yosho Yamamoto o Yamamoto Tsunemoto que os recomiendo encarecidamente y que da pie a una gran reflexión y a un excelente método de proceder que yo personalmente uso muy a menudo con favorables resultados. Empecemos.

Hay algo que puede aprenderse de una tormenta. Cuando uno es sorprendido por una súbita tormenta o un chaparrón repentino, la acción refleja es intentar no mojarte y te pones a correr o en su defecto te apresuras a guarecerte debajo de los aleros de cualquier casa que encuentres en tu camino pero de una forma u otra acabas mojándote.
En cambio, si nos hacemos previamente la idea de mojarnos, cuando la tormenta y la lluvia llegue, no será un contratiempo, no te quedarás sorprendido o vacilante, aunque te mojarás igual. Es posible aplicar provechosamente este principio a cualquier situación que se nos presente en nuestra vida.

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