13 de junio de 2011

El Gran Estudio de Confucio


"El Gran Estudio es la obra de Confucio y de sus discípulos. Es como la puerta que abre el camino de la virtud." (Tchen-Tsé, discípulo de Confucio)

Ultimamente he estado leyendo muchos libros, ampliando mi cultura y saber. Recientemente, leyendo un libro sobre tratados morales y políticos del filósofo chino Confucio, he encontrado varios puntos en común conmigo con lo que considero básico y ya expuesto en éste blog. Así, los dos hacemos apología de las virtudes, la voluntad, el autocontrol, de una vida moral y de un continuo aprendizaje y crecimiento desde sí mismo y los demás. La verdad, me ha dejado muy asombrado en cuantos puntos estoy de acuerdo con él sin haber conocido nada de su obra hasta entonces. Y más impresionante aún que sea de una persona que vivió hace ya unos 2500 años aproximadamente y que pertenezca a una cultura muy diferente a la mía.
Conocía su famosa sentencia: "Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo. Cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo" la cual encabeza uno de mis artículos y es, por así decirlo, una de mis citas favoritas, no sólo del filósofo sino de todos los autores de la historia. No obstante, no había indagado tanto en las palabras de Confucio, y en el significado y origen de dicha sentencia. Pero leyendo, como he dicho, un libro sobre algunos de sus tratados morales y políticos, dicha sentencia se ve ampliada y debidamente razonada. Lo cual, a su vez, complementa y argumenta a favor de mis artículos y el código de honor.
Así pues, me dispongo a redactar en éste artículo algunas de las palabras de Confucio trasmitidas por su discípulo Tchen-Tsé que explican perfectamente su forma de ver la vida y que sirven como introducción a su filosofía. Veréis que sus palabras son fácilmente comprensibles ya que sus razonamientos, por lo general, siguen un patrón escalonado. Como dato final, sólo añadir que la aplicación principal de la filosofía de Confucio era un correcto sistema de gobierno por eso muchos de sus razonamientos acaban ahí. No obstante, su sabiduría es también perfectamente aplicable a la vida cotidiana y muy recomendable para crecer como persona. Empecemos.

El camino del Gran Estudio consiste en tres cosas, que son:
-Hacer brillar en sí mismo las virtudes superiores.
-Renovar a los otros hombres.
-Fijarse como objetivo la más alta perfección.
El sabio, después de hacer brillar en sí mismo las virtudes superiores debe extender su acción a los otros hombres, y hacer de manera que éstes se libren de sus impurezas (pasiones que nublan las virtudes). Las virtudes superiores son: La benevolencia, la justicia, el conocimiento de lo razonable, la prudencia y la sinceridad, que el Cielo pone en el corazón de cada hombre.
Conociendo el objeto que se debe alcanzar y en él detenerse, se puede tomar una determinación. Tomando la determinación, el espíritu puede descansar. Estando el espíritu en descanso, se puede gozar de tranquilidad. Gozando de tranquilidad, se puede examinar las cosas. Después de este examen, se puede alcanzar la perfección.
En toda cosa hay que distinguir lo principal y lo accesorio, y en los asuntos, el fin y el principio. El que sabe poner cada cosa en su lugar, no esta lejos del camino de la perfección.
Los antiguos príncipes, para hacer brillar las virtudes superiores en el corazón de todos los hombres, se aplicaban antes a gobernar bien su principado. Para gobernar bien su principado ponían antes buen orden en su familia. Para poner buen orden en sus familias, se esforzaban antes en la perfección de ellos mismos. Para perfeccionarse ellos mismos, regulaban antes los sentimientos en su corazón. Para regular los sentimientos de su corazón, hacían antes su voluntad perfecta (adiestrarse en amar con sinceridad y hacer el bien, en odiar y evitar el mal). Para hacer su voluntad perfecta, desarrollaban sus conocimientos lo máximo posible. Para desarrollar sus conocimientos investigaban la naturaleza de las cosas.
Una vez investigada la naturaleza de las cosas, los conocimientos llegaban a su más alto grado. Llegando a su más alto grado, la voluntad alcanzaba la perfección. Siendo la voluntad perfecta, los sentimientos del corazón son ordenados. Siendo ordenados, todo hombre está exento de defectos. Después de corregirse a sí mismo, se establece orden en la familia. Reinando el orden en la familia, el principado está bien gobernado. Estando el principado bien gobernado, pronto todo el Imperio gozará de paz.
Desde el hijo del Cielo (emperador), hasta el súbdito más humilde, cada uno debe, ante todo, perfeccionarse a sí mismo. El que descuida lo principal (su propia persona), no puede ordenar los cosas que de él dependen (su familia y principado).
Espero que os ayude a reflexionar y a ver que, en cierta manera, el conocimiento y la sabiduría no tienen edad. Perfeccionarse a sí mismo o crecer como persona, como siempre he dicho no sólo traerá beneficios a ti mismo sino también a las personas que te rodean y las que se encuentren contigo. Hagamos caso a Confucio y practiquemos la perfección. Hagamos nuestra voluntad perfecta y, ¿quién sabe?, tal vez nos encontremos con que no sólo gozaremos de paz en nuestras vidas sino que el mundo, éste gran Imperio, goce algún día de paz.
Sed felices, semper avanti.

3 comentarios:

  1. Buena entrada, en efecto, Confucio defendía la idea de ser "Emperador de uno mismo" Y, del mismo modo dirigir ya sea una familia o un estado. Esto lo resume esa famosa frase que se le atribuye:
    "Arréglese al estado como se conduce a la familia: con autoridad, competencia y buen ejemplo."

    El Gran Saber o Gran Estudio o Gran Ciencia es uno de los cuatro libros clave que condensan su pensamiento, junto con las Analectas, el Mencio y la Doctrina del Medio o la Medianía, aunque este último es más bien Taoísta. El gran éxito de Confucio fue precisamente hacer una política (pues eso es lo que era) que se podía aplicar a la vida individual y cotidiana.

    Un apunte más:
    "Estando el espíritu en descanso, se puede gozar de tranquilidad. Gozando de tranquilidad, se puede examinar las cosas."

    En el pensamiento chino, 'descanso' y 'tranquilidad' normalmente no se refieren a ausencia de movimiento o conflicto.

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  2. La tranquilidad y el descanso nos permiten tener la mente limpia y abierta al conocimiento, y ese conocimiento debe partir de conocerse a uno mismo, ¿no? (estoy continuando el comentario que antecede al mío..., pero yo le pongo mi filosofía caserita nomás...jaja)
    En cuanto a la paz general, creo que sin duda alguna es necesario que cada uno se sienta en ese estado como primera medida, para que luego todos podamos gozarla en plenitud. Sería como una ecuación A+B=C, ineludible, simple y sin vueltas.
    Me llevo dentro mío lo que has compartido aquí de Confucio, que me ha resultado muy provechoso para aplicar aquí y ahora, así como proponía el sabio hacerlo hace 2.500 años atrás. Ojalá la política (o los políticos) se rigiera sobre bases tan nobles como esas, y se obtuvieran muy diferentes resultados a los que marca la realidad mundial.
    Gracias por tu visita al blog y por tu amabilísimo comentario. Yo de a poquito iré leyendo el tuyo, que también me está gustando mucho.
    ¡Cariños!

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  3. Muchas gracias por vuestros comentarios. Me encanta ver gente activa, comentando y aportando!. Y sí, estoy contigo que la política deberia cambiar y que se basara más en la busqueda del bien y no en la conservación de poder.
    En fin, me alegra veros. Vuestros comentarios siempre son bienvenidos. Sed felices, un saludo.

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