7 de marzo de 2010

El hombre más honrado del mundo


Este es un cuento popular chino o al menos eso es lo que me dijeron a mi cuando me lo contaron por primera vez, que como todo buen cuento encierra una gran moraleja, espero os guste.

Nuestra historia empieza en la vieja China donde un gran y poderoso emperador busca un pretendiente digno de su hermosa hija y por supuesto para gobernar y guiar a su pueblo en el momento que inevitablemente tenga que volver con sus antepasados. El emperador solo ha pedido una condición, que sea el hombre más honrado del mundo.
Y así, cada día que pasaba iban llegando mas y mas pretendientes los cuales el emperador examinaba y determinaba si en verdad era alguno el hombre más honrado del mundo. Muchos fueron rechazados: guerreros, príncipes, héroes... el emperador se desanimaba al ver la falsa modestia, la arrogancia y soberbia de todos los que iban llegando.
Había un hombre, concretamente un alfarero que vivía en un pueblo en la periferia del palacio del emperador que estaba locamente enamorado de la princesa y que no era capaz de resistirse a la tentación de ir a contemplarla. No tardó nuestro amigo el alfarero en observar a sus posibles pretendientes por el temor a que ella estuviera con otro hombre que no fuera él.
Ante tal temor, el alfarero no le quedó otro remedio que presentarse candidato y fue entonces cuando ideo un plan y fue esa misma noche cuando se dispuso a trabajar en una mascara que representara la cara del hombre más honrado del mundo.
Y así lo hizo, terminó de darle los últimos toques a la mascara, se la coloco en la cara y fue inmediatamente a palacio donde después de esperar las audiciones de dos candidatos mas entró él. El emperador lo ojeó y abrumado declaró que éste era el hombre más honrado del mundo y el que debía casarse con su hija y heredar su reino. El emperador hizo pública la boda aquel mismo día pero el alfarero sabia que no podía quitarse la mascara ya que sino todo su plan se derrumbaría.
Pasaron los años, el emperador murió y el alfarero se convirtió en el emperador, tuvo 5 hijos que heredarían su reino en su muerte, luchó por la defensa del reino, trató bien a su pueblo y le amaron y recordaron en su vida y también en su muerte y durante todo su reinado nunca se quitó la mascara que llevaba.
Llego el día de su entierro y su cadáver fue llevado al mausoleo de los emperadores y allí fue depositado pero fue en ese preciso momento cuando algunos de los consejeros que estaban allí miraron su rostro y se dieron cuenta de que efectivamente se trataba de una mascara, aquellos que estuvieron en la elección de los posibles candidatos para herederos al trono se quedaron horrorizados, ¿como pudimos haber sido engañados así? se repetían unos y otros.
Ante semejante indignación todos se apresuraron a quitarle la mascara y ver quien era el que se escondía debajo de ella. Cuando por fin se la quitaron todos los allí presentes se quedaron mudos ante la sorpresa porque todos y cada uno de los que estaban allí encontraron que el rostro que se escondía tras la mascara era el rostro del hombre más honrado del mundo.
;)

5 comentarios:

  1. Porque, sino, ¿cómo había gobernado tantos años? Si pudo hacerlo era porque de veras era honrado, no necesitaba máscara alguna xD

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  2. Bueno supuestamente estaba imitando al personaje que representaba su mascara para que no le descubrieran XD

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  3. entonces si era tan honrado por que jamas se quito la mascara??

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  4. Gracias por comentar pero me parece que le estais buscando 3 pies al gato cuando en realidad esto es un cuento chino para reflexionar y sacar una moraleja. La que yo he sacado es simplemente que acabas convirtiendote en aquello que imitas.
    Animaros vosotros ahora a comentarme que moraleja creeis que tiene ;)

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  5. buenisima historia un saludo.

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